Blogia
cosinha

PRIMER CONTACTO CON LOS ORDENADORES

PRIMER CONTACTO CON LOS ORDENADORES Hace ya algunos años que los ordenadores entraron en mi vida; mi padre trabajó con ordenadores durante mucho tiempo y es un mundo que le apasiona. Desgraciadamente esa pasión no se transmitió a las generaciones posteriores, por lo menos no tan pronto como él quería.

¿No recordais el tiempo que nos pasábamos en el colegio buscando información en las bibliotecas y pasando los trabajos a mano? Ahora eso lo veo como un trabajo lento y pesado, teniendo en cuenta que si te equivocas al escribir una palabra en el ordenador no tienes que repetir la hoja de nuevo. Pero también me acuerdo de las primeras veces que nos plantearon hacer los trabajos en Word y no a mano; no todo el mundo tenía un ordenador en su casa y por lo tanto no podía hacerlo, pero yo tenía la suerte de que sí, así que planteé la idea de que quedaría mejor hacerlo así. ¡Qué horror! no sabía por donde empezar:que si las sangrías, que si negrita, las mayúsculas, que si haz una copia de seguridad por si acaso se borra... en mi vida había copiado a mano un trabajo dos veces y nunca se me perdió y ahora resulta que con el ordenador tengo que guardarlo en nose cuantos sitios para no perderlo... en fin que a partir de ese día declaré al ordenador mi enemigo número uno.

Pero entonces aparecieron mis padres que hicieron que me enfrentara a mi pesadilla particular. En primer lugar aprender mecanografía; unas cuantas sesiones con el programa y lo que antes me llevaba una hora...ahora 10 minutos!!! En segundo lugar: una terapia de choque con el ordenador. Es una imagen que no olvidaré, mi padre y yo sentados uno al lado del otro, intentando uno explicar y la otra comprender el, en pricipio, dificil manejo del ordenador. No os creais que fue tan fácil como la mecanografía, pero al final incluso llegué a tener curiosidad y poco a poco fui aprendiendo cómo funciona. No soy ni de lejos una experta y sé que me quedan muchíiisimas cosas que aprender pero estoy orgullosa de haber podido vencer la incertidumbre que me producían los ordenadores.

0 comentarios